La zona de producción de los vinos amparados por la D.O. Toro se encuentra situada al suroeste de la provincia de Zamora y suroeste de la provincia de Valladolid, regada por el río Duero. Podemos decir que la extensión total de la zona que ampara la D.O. Toro abarca unas 5.500 hectáreas inscritas de viñedo, aportando vinos de gran calidad y con un sabor y color inigualables. ¿Quieres saber más sobre los vinos de Toro? Te recomendamos que sigas leyendo.
Los vinos de Toro son conocidos a nivel mundial por sus características especiales, las variedades de uva utilizadas para su elaboración y su proceso de producción.
Los vinos de Toro cuentan con una gran tradición. Sus orígenes son anteriores al asentamiento de los romanos y cruzaron el océano de la mano de Colón. Hasta el año 1987 no se fundó la actual D.O. Toro. avalando en la actualidad la calidad de las 63 bodegas que la componen.
La variedad de uva que se utiliza en los vinos de Toro es principalmente alcohólica debido a la adaptación de esta al terreno y a las condiciones climáticas de la zona. Entre las variedades de uva que encontramos para fabricar vinos de Toro son:
La D.O. Toro está situado en la meseta castellana, con una altitud en torno a los 600-800 metros y un clima continental sin influencias marítimas de ningún tipo. Este clima extremo en verano e invierno otorga unas diferencias de temperatura entre día y noche durante el verano ideales para el cultivo. Con una pluviometría entre 400-600 metros bastante bien repartida a lo largo del año.
En cuanto al suelo, son suelos arenosos, sueltos y bien drenados. En esta zona se conserva viñedo en pie franco anterior al ataque filoxérico de finales del XIX del viñedo español.
En cuanto a la elaboración de los vinos de Toro la uva despalillada se encuba en depósitos donde se fermentará en presencia de los hollejos durante un tiempo que dependerá del tipo de vino a obtener. Así los vinos jóvenes tendrán encubados más cortos y los vinos destinados a envejecer en barricas de roble bordelesas tendrán maceraciones más largas, extracción que la barrica domesticará con el paso del tiempo potenciando la longevidad de estos.
Si tenemos que describir los vinos de Toro podemos hablar de vinos potentes, carnosos, normalmente con alto grado alcohólico compensado por la gran estructura y con una gran elegancia.
Los vinos de Toro son vinos que no dejan indiferente a nadie. Los vinos tintos se elaboran principalmente con la variedad de Tinta de Toro, buscando siempre el grado de madurez necesario para obtener vinos donde el equilibrio de sus componentes redunde en la notable variedad de vinos.
Los vinos rosados se elaboran por el método tradicional de sangrado con maceraciones cortas en frío para mantener todo el aroma de las variedades y posterior fermentación a baja temperatura. Los rosados de toro son vinos sabrosos y llenos de color.
En cuanto a los vinos blancos de Toro son vinos frescos y afrutados, resultado de las variedades de uva blanca amparadas por la D.O. Toro.
La evolución que han experimentado los vinos de Toro en los últimos años los ha llevado a ser protagonistas del magma que arrastra la crítica de vinos tanto a nivel nacional como internacional
Como se ha comentado con anterioridad, dadas las buenas condiciones climatológicas que se prestan en la zona, la variedad Tinta de Toro madura temprano, esto da la oportunidad para que las bodegas de la zona elaboren, además, vinos por el sistema de maceración carbónica (encubado de racimos enteros), estos vinos fragantes, frescos y aromáticos se empiezan a comercializar a partir del mes de noviembre, dentro del mismo año de la recolección de la uva.
Entre los vinos de Toro destacamos la Bodega Sobreño vinos con alma y con una personalidad propia que han conseguido reinterpretar esta nueva expresión de los vinos de Toro.
Sus vinos son el resultado de una cuidada elaboración desde el campo, mimando y respetando el entorno para que sus viñas creen sus mejores frutos y lograr así vinos honestos, sutiles y elegantes.
Todos sabemos que el vino tinto es perfecto para acompañar cualquier tipo de carne, ya que potencia los sabores. En el caso de las carnes rojas, necesitamos un vino peculiar e intenso, que haya pasado un gran tiempo en barrica. Para ello Finca Sobreño Reserva Selección Especial 2019 puede ser una buena opción. Con 91 puntos James Suckling este vino de Toro color cereza oscuro, aromas potentes pero elegantes y sabor suave y sedoso que muestra conservas de frutas, mermelada y trufa de chocolate, es perfecto para maridar este tipo de platos.
En el caso de que el menú esté compuesto por platos donde las setas obtienen un gran protagonismo, recomendamos un vino que combine uva de Toro con Garnacha, buscando un vino más ligero y fluido en el paso de boca. En este caso, apostaríamos por un vino tinto que en nariz domine la fruta especialmente roja, mientas que en boca predomine la jugosidad.
Siempre se ha dicho que la mejor forma de maridar un queso curado es con vino único y de calidad, ya sea blanco, tinto o espumoso. En este caso recomendamos un vino de toro ya que equilibra la intensidad del sabor del queso, realzando su sabor y textura. Finca Sobreño Crianza envejecido durante 8 meses en barrica de Roble americano de menos de 4 años, puede ser una buena elección. Posee un color cereza picota intenso, con aromas a confitura de frutos negros y un fondo balsámico y especiado. En boca resulta potente y carnoso, lo que lo hace perfecto para maridar una tabla de quesos.
La potencia y estructura de los vinos de Toro se complementan con la intensidad de los sabores de la parrilla. Por ello, Finca Sobreño Ildefonso de Bodegas Sobreño es perfecto para ello. Este vino de Toro con un envejecimiento de 18 meses en barrica con trasiegos cada 6 meses, posee un color cereza intenso muy característico. Es un vino tinto de aromas muy expresivos, elegante, complejo, con fruta madura y potente, y redondo en boca. Con su elección conseguirás un menú completo que sorprenderá a todo tipo de comensal.